Muchas veces vemos a Dios como un ser grandioso y distante, preparado para juzgarnos por nuestros pecados o malas acciones. Y sin duda, Dios es el ser más extraordinario, poderoso, perfecto y santo, pero es nuestro creador. Él está más que dispuesto para nosotros, quiere que estemos cerca de su presencia. Desea escucharnos.
Podríamos decir, que la oración es nuestra línea directa con el cielo. ¡La oración es un proceso de comunicación que nos permite relacionarnos con Dios! Los teléfonos celulares y otros dispositivos se han convertido en una necesidad para algunas personas en la sociedad actual. ¡Tenemos dispositivos con bluetooth, internet, computadoras inteligentes! Estos son medios de comunicación que permiten que dos o más personas interactúen, discutan y se respondan entre sí. Dios anhela que nos comuniquemos con Él, como en una llamada telefónica.
Para muchas personas, la oración parece complicada, pero es simplemente hablar con Dios. Aquí hay algunos aspectos a considerar sobre la oración:
¿Cómo orar?
Muchas personas cuestionan qué es la oración porque desean orar, pero no saben cómo. Consejos para empezar:
Probablemente, la primera cosa que viene a nuestras cabezas es ¿Qué decir? ¡Orar es como hablar con tu mejor amigo! ¡Es fácil hablar con alguien cuando sabe que te ama incondicionalmente! Es bueno escoger un lugar donde te sientas cómodo y preferiblemente puedas estar a solas, o igual cuando nos reunimos con un confidente.
Al acercarnos a Dios es importante reconocer nuestra condición. ¡Pídele a Jesús que te perdone tus pecados y te haga nuevo en Él! Ahora deja tus malas acciones y vuélvete a Dios, para que puedas ser limpiado de tus pecados (vea Hechos 3:19).
Sin duda la oración es el mejor momento para contarle a Dios sobre nuestras dificultades, aprovecha este medio ¡Cuéntale sobre tus necesidades! Dale todas tus preocupaciones, porque a Él le importa lo que nos sucede (vea 1 Pedro 5: 7).
La oración es un excelente medio para agradecer a Jesús por su amor sobrenatural, que lo llevó a morir en la cruz en el Calvario por nosotros. Así lo describe su palabra “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna ” (Juan 3:16).
¿Cómo lo digo?
Otro elemento importante es cómo hablar. Esto es muy sencillo de resolver, la biblia nos enseña que debemos hablar con Dios en confianza, creyendo que Él nos oye. De esta manera nos lo indica su palabra en los siguientes versículos “Y en Cristo tenemos libertad para acercarnos a Dios, con la confianza que nos da nuestra fe en él” (Efesios 3:12). “Acerquémonos, pues, con confianza al trono de nuestro Dios amoroso, para que él tenga misericordia de nosotros y en su bondad nos ayude en la hora de necesidad” (Hebreos 4:16).
Además, debemos presentarnos ante Dios con gozo pues es quien llena nuestras almas. “Me mostraste el camino de la vida, y me llenarás de alegría con tu presencia.” (Hechos 2:28).
Por supuesto, mantén la expectativa en Él, sabiendo que es Todopoderoso y que es nuestro amigo. La Biblia nos orienta a mantener firme nuestra esperanza confiando en que Dios nos responde. La oración no es solo un monólogo, es realmente un acto de comunicación entre ambas partes. “De mañana escuchas mi voz; muy temprano te expongo mi caso, y quedo esperando tu respuesta” (Salmo 5:3). “Oh Dios, a ti mi voz elevo, porque tú me contestas; préstame atención, escucha mis palabras” (Salmo 17: 6).
¿Qué dice la biblia sobre la oración?
En la biblia vemos el ejemplo de Jesús, siendo Dios también oraba y mantenía una estrecha relación con Dios Padre y el Espíritu Santo. El no solo oró por sus discípulos y por todas las generaciones venideras que lo seguirían, también nos enseñó a orar por quienes nos ofenden. En Juan 17 la oración fue para que Dios nos protegiera y fortaleciera mientras estuvieran en este mundo. Incluso también oró por aquellos que llegarían a creer en Él a través del mensaje del Evangelio.
Estimado amigo, acércate la palabra nos invita a buscar a Dios con fe: “Pero no es posible agradar a Dios sin tener fe, porque para acercarse a Dios, uno tiene que creer que existe y que recompensa a los que lo buscan.” (Hebreos 11: 6).
Otra indicación que la biblia nos da es orar con adoración y reverencia. “¡Alaben al Señor, nuestro Dios, y arrodíllense delante de sus pies! ¡Dios es santo!” (Salmo 99: 5).
Sabrá con confianza que Dios puede escucharlo cuando ponga en práctica el poder de la oración, ¡abra esa línea de comunicación! ¡Ore, sabiendo que no importa cuán lejos camines, su conexión con Él nunca se podrá perder!
En Alpha y Omega deseamos que su relación con Dios permanezca y crezca cada día más a través de la oración.